lunes, 15 de diciembre de 2014

Luces, Cámara... Infección!

Muy buenos Lunes, queridos lectores. No, no me estoy riendo de vosotros, hay razones para que el primer día de la semana sea bueno. El piar de los pajarillos, los autobuses pasando cuando vives en un bajo o los vecinos haciendo obras en una mañana libre. Impecable manera de despertarse.

Pero ya que estoy despierto, vamos a escribir entrada. Bueno, mas que escribir, adaptar, ya que tenemos otro invitado, también del Máster en Virología de la Universidad Complutense de Madrid. En este caso se trata de Francisco Javier Hernández Walias, que ha decidido hablarnos sobre el controvertido tema de la bioseguridad, que no trata de la bacteria policii leñeris, si no de las medidas que hay que tomar en el laboratorio para que no se te descontrolen las cosas. 

Sin más, empezamos.

Muchas son las películas que tratan sobre las pandemias virales, pero pocas son las que reflejan seriamente los modelos de contención, ya que siempre nos encontramos con “un héroe” que sin mucha protección, es el que se salva de ser contagiado.Entre las medidas más básicas de actuación se encuentran las luces ultravioleta, que son necesarias para destruir en la cámara de flujo laminar los microorganismos que pueden producir infección y contaminación de las muestras con las que estamos trabajando. Esta medida tan simple, que consiste en tocar un botoncillo cuando te levantas del puesto de trabajo, no la ves ni en los documentales de la 2 sobre ciencia (ya sea por el rigor o por el rigor de la siesta)

Así que lo habéis adivinado, queridos lectores, hoy vamos a hablar de bioseguridad, y de los fallos que podemos apreciar normalmente en la sociedad. 

Sin ahondar mucho, dos de las medidas más importantes para el manejo de los virus son la protección de quien trabaja con ellos y la protección de los propios virus para evitar su diseminación fuera de la zona donde se manipula. El caso más reciente en cuanto al déficit en el equipamiento de protección individual (EPI) es el brote de ébola en España. Que no es que nos guste ahondar en la proverbial herida, pero esto es más madera de blog desde que pillaron a Clinton con la Lewinski...
Es de gran importancia conocer cuál es el grupo de riesgo de los virus para clasificarlos de acuerdo a su virulencia, en niveles de bioseguridad (BSL) puesto que trabajar con un virus letal no es lo mismo que trabajar con un virus no peligroso, y se deben tomar las medidas adecuadas para garantizar la protección y la seguridad de los trabajadores y el resto de la población. De ahí que España no fuera el país más idóneo para albergar un virus tan letal como el del ébola, ya que este virus corresponde a un nivel de bioseguridad 4, y aquí, el nivel superior es de 3. Países como EEUU, Alemania, Japón, entre otros, sí tienen laboratorios BSL-4. ¿Y porqué no tenemos laboratorios de nivel 4 en España? ¿Por los recortes? No, lectores míos, por sentido común. La frase "quien quiera peces que se moje el culo" viene que ni pintada: no queremos peces y nuestro culo está bien seco aquí comiendo jamón. Muchas gracias. Si no hay riesgo, ¿para qué traerlo? Eh? Eh? Esa es buena...

En función de la virulencia de estos agentes, se precisará de centros que estén más o menos alejados de la población (en fin...para qué decir nada), es decir, aquéllos que manipulen virus peligrosos, deberán hacerlo en lugares aislados, ya que si están en una región de alta confluencia de población, el riesgo de infección es altísimo no sólo por la cercanía, sino también porque si alguien se contagia, al vivir en la multitud, la tasa de propagación sería altamente crítica, y posiblemente, incontrolable. Aquí tuvimos la suerte, y rompo una lanza a favor de controlar el pánico, por divertido que sea, de que ébola no es un virus altamente contagioso por vías aéreas. 
Como podéis comprobar, alejadísimo de la población
y medios de transporte... 

Todos los laboratorios de diagnóstico deben estar preparados para cumplir los cometidos de niveles de bioseguridad 2.Cada laboratorio debe estar provisto de su correspondiente manual de seguridad e identificación de riesgos, además de sistemas paliativos y de prevención en caso de accidente, de esta manera, se reducen al mínimo los riesgos. Ojo al dato, no se eliminan, si no que se reducen. Riesgo hay, fallo humano o no humano mediante.

Es obligatoria la presencia del símbolo de “riesgo biológico” en las puertas de los laboratorios que trabajen con microrganismos de nivel 2 o superior. Únicamente entrará en esos laboratorios el personal autorizado, y nunca niños. Las puertas de estos laboratorios deberán estar cerradas.

Está prohibido llevar las prendas protectoras fuera del laboratorio, ya que si están contaminadas, se puede contaminar el resto del personal del recinto, y de éstos, propagarse la contaminación a la calle. De ahí todo el hincapié que se hizo con cómo se quitaba la ropa y tal. Te dejan meter y sacar tu propio pelo y uñas en un nivel 4 porque está feo afeitarse la cabeza gratuitamente si no eres famoso, que si por ellos fuese...

Es muy importante caer en el detalle de que, sobre todo, en los laboratorios de mayor seguridad, las ventanas estén provistas de rejillas que eviten la entrada de insectos, ya que de no ser así, éstos podrían ser vectores de algunos de los virus con los que se trabajan allí, por lo que la propagación sería prácticamente inminente.

Nivel 1
Los laboratorios de nivel 1 tienen bajo riesgo para los trabajadores y para el resto de la población. Es recomendable el uso de bata y guantes desechables. Este tipo de laboratorios son muy comunes, y los podemos encontrar en hospitales y facultades relacionadas con el ámbito sanitario, además de centros de investigación, diagnóstico y análisis de estos virus “mansos” (aunque también se pueden encontrar laboratorios de nivel 2 para éstos últimos).

Nivel 2
Los virus incluidos en este nivel son aquéllos que no afectan “ni por asomo” al ser humano ni a animales. Los laboratorios de nivel 2 tienen un riesgo moderado para los trabajadores, pero bajo para la población. En caso de infección, existen tratamientos efectivos. 
Éstos poseen cámara de seguridad biológica para aquellos procedimientos que puedan generar aerosoles. Los residuos potencialmente contaminados se separan del circuito general de residuos. Dentro de este grupo podemos incluir, entre otros, a Adenovirus y Coronavirus.

Nivel 3
Los laboratorios de nivel 3 ya tienen herramientas mucho más sofisticadas y regladas. En España tenemos el CISA. El riesgo para los trabajadores es elevado, pero reducido para el resto de la población. Pueden producir enfermedades serias. Un bonito ejemplo conocido por todo el mundo que tenga más de 20 años es el anthrax (si, es una bacteria, pero también es famosa). En este tipo de laboratorios, existen unas cabinas de flujo con guantes de manga adheridos a ellas. Es de vital importancia revisar periódicamente la unión de los guantes a la cabina, puesto que si hay una mínima rotura en esa zona, es posible que la persona que manipula el virus en la cabina pueda tener contacto directo con dicho agente (anda que no hay películas, como Contagio o Estallido) y permita que éste pueda campar a sus anchas, invirtiéndose los papeles, donde ahora, quien manipula a quién, es el virus sobre la persona. Es bastante asombroso pensar cómo unos entes biológicos tan diminutos como los virus, que ni siquiera podemos ver al microscopio óptico (excepto algunas especies de virus gigantes encontradas (denominados girus: “virus gigantes”), como los Mimivirus), tengan la capacidad de matar personas e incluso animales de dimensiones superiores. Los trabajadores llevan EPI del tipo “pijama” o “bata de cirujano” con mascarilla y una redecilla para la cabeza.
Aquí podemos incluir, entre otros, a Arenavirus y Flavivirus.

Los laboratorios de nivel 4 son la “élite” de la bioseguridad, que bien sabemos que en España no hay (y encima, para un centro que tenemos que está más o menos preparado, fue desmantelado) entrañan un riesgo muy elevado tanto para los trabajadores como para el resto de la población. En este tipo de laboratorios, hay que usar los “trajes de la NASA” que tienen dispensador de O2 autónomo unido a la escafandra. Los trajes tienen sobrepresión para que no entre ningún agente infeccioso en caso de desgarro. Es muy importante que la parte del traje correspondiente al tronco esté lo más sellada posible a todas las extremidades y la cabeza. Con esto me refiero a que no debe quedar ningún acceso libre para la entrada de estos virus. De esta forma, estará asegurado el aislamiento por contacto (no vale usar papel de celo para sellar las distintas partes del traje, ya que es un material muy endeble y por ello, poco eficaz. En caso de accidente, por ejemplo si la persona se engancha con un objeto del laboratorio, puede rasgarse el celo y quedar a la intemperie el tobillo, siendo “buffet libre” para los virus).
La pregunta del millón es... ¿y para ir al baño?
En este grupo, podemos destacar, entre otros, a Filovirus (como el ébola) y Bunyavirus.

Por último, cabe destacar que es de vital importancia la vigilancia médica y sanitaria, ya que su objetivo es detectar posibles enfermedades contraídas durante el trabajo.

En laboratorios tanto de nivel 3 como 4, las dobles puertas de acceso al laboratorio deben ser de cierre automático (obviamente, no se pueden tocar con las manos) y disponer de un mecanismo de interbloqueo, para que nunca estén abiertas a la vez las puertas interna y externa. Además, los techos, suelos y paredes deben ser impermeables, y la presión del aire será negativa (es decir, hacia dentro de los laboratorios, nunca hacia el exterior, para así, evitar la salida de microorganismos fuera del laboratorio).

Por mucha seguridad y protección que haya, los errores humanos, por ejemplo, el mal uso de algunas técnicas, pueden generar riesgos. En muchos casos, según con qué tipo de agente se trabaja, es obligatoria la vacunación para proteger en el mayor grado posible, a los trabajadores en caso de contagio.

Aunque en estos dos últimos niveles debe haber vigilancia en el trabajo, especialmente en el de máxima contención (BSL-4), nunca se debe trabajar de forma individual. Deben existir cámaras de vigilancia funcionando en todo momento Además, se necesitan dos personas para quitar el traje. Esto, aunque no lo parezca, reduce los riesgos ya que las personas suelen estar entrenadas y preparadas para ello. La comunicación entre el personal de dentro y de fuera de los laboratorios puede realizarse mediante dispositivos de comunicación, como los Walkie talkie. A aquellos trabajadores que usan gafas, se les proporciona unas que quedarán siempre dentro del laboratorio. Y como última medida, son obligatorias las duchas antes y después de trabajar aquí (niveles 3 y 4). Y aun así, no veréis ninguna versión X de Contagio o Estallido. Para que digan que la ciencia es sexy...

Y con esto lo dejamos por hoy, queridos lectores. Como siempre, os pasamos una serie de enlaces interesantes para que os documentéis un poco más sobre el tema que nos atañe hoy. 

Un saludo y Feliz Navidad. No comáis mucho, y lo que sobre, donadlo a un científico, que los pobres ya no tienen casi ni para comer.

¡Hasta la próxima!


lunes, 8 de diciembre de 2014

El Peligro de la Noche: Parte Segunda

¿Qué tal, queridos lectores? Como siempre digo, no todo sale acorde a lo planeado. Unas veces quieres montar un circo y no consigues un payaso que haga gracia (y mira que tenemos políticos en televisión) y otras veces te apetece tumbarte a gusto un Domingo y te bajan los acróbatas del Cirque du Soleil por las cortinas. 

Pero como hay que tener una actitud positiva ante la vida, el mundo y la madre que lo parió, seguimos adelante con el blog, en el cual llevamos más de 21.000 visitas. Una marca alucinante, y que sigue subiendo. 

Una vez que me habéis oído hablar a mí, doy paso a la entrada per se del blog, En este caso nos la brinda (brindó, y lo siento por ello) Irene Sánchez, del Máster de Virología de la Universidad Complutense. Un saludo desde aquí. Más de 900 personas nos leen al mes, buena elección. 
Los murciélagos, el terror de la noche y vectores de enfermedades mortales
Horripilantes criaturas
Como podéis intuir por el título, esta entrada es la continuación de la que publicamos hace casi un mes, El Peligro de la Noche: Primera Parte. En aquella, hablábamos de los virus que eran transmitidos por los murciélagos. Ahora, vamos a hablar de un viejo conocido español. De ese primo lejano del que hemos oído hablar algo, y que cada vez que se pasa por casa lo deja todo patas arriba, hay que cambiar los muebles y tirar un par de tabiques. Si, queridos lectores, hoy hablaremos del ébola.

Hoy en día todo el mundo sabe mucho sobre la enfermedad hemorrágica producida por el virus Ébola, sobre todo los virólogos de Wikipedia, y las posibilidades dónde leer sobre el virus y la enfermedad son de fácil acceso. 
Un buen sitio donde empezar es en la página de la OMS, la del CDC, o incluso la BBC. Pero hoy vamos a hablar de aspectos que no son tan fáciles de encontrar en estas páginas; qué papel juegan los animales en la transmisión de esta grave enfermedad.

La enfermedad por el virus del Ébola es una zoonosis (es decir, se transmite de los animales al hombre o viceversa). No hay tratamiento específico ni vacuna para los animales al igual que para las personas. N del B: Cuando me mandaron esta entrada no había mucho por ahí, pero podéis consultar los enlaces del CDC y la Universidad de Nebraska (que tiene una app) si queréis saber más sobre tratamientos y vacunas. Que los yankis son muy apañaos para estas cosas.

Se considera que los huéspedes naturales del virus ébola  son los murciélagos frugívoros, en particular Hypsignathus monstrosus, Epomops franqueti y Myonycteris torquata, (vamos que a mí no me gustaría encontrármelos por la calle…) y son posiblemente los huéspedes naturales del virus del Ebola en África. Por ello, la distribución geográfica del virus suele coincidir con la de dichos murciélagos (no existen las casualidades).

En las zonas rurales, es habitual el consumo de murciélago de la fruta, cuya carne se prepara a mano para deshidratarla, ahumarla y/o cocerla (todo un manjar al alcance de pocos). En las zonas afectadas, la infección también podría transmitirse al ser humano a través de la manipulación o el consumo de frutos silvestres que estuvieran contaminados por saliva o heces de murciélago.

Además de los murciélagos, el virus también puede trasmitirse a primates no humanos. Aunque los primates no humanos, han sido una fuente de infección para las personas, se cree que no son el reservorio del virus, sino huéspedes accidentales, como los propios seres humanos. Desde 1994 se han registrado brotes de enfermedad por el virus Ebola (EVE) causada por las especies EBOV y TAFV en chimpancés y gorilas. Lo más probable es que se transmita habitualmente entre murciélagos y primates no humanos y acceda al ser humano durante la caza y la recogida de animales enfermos o muertos y la manipulación o consumo de carne cruda de animales salvajes.
Macaco cangrejero entrevistado para esta entrada:¿Que el Ébola infecta a quién?


El virus RESTV ha causado brotes de EVE graves en macacos cangrejeros y ahí os dejo esa perla… (Macaca fascicularis) criados en Filipinas, y también se ha detectado en monos importados de Filipinas a los Estados Unidos en 1989, 1990 y 1996, y en Italia en 1992. Desde 2008, el virus RESTV se ha detectado en varios brotes epidémicos de una enfermedad mortal en cerdos en Filipinas y China.

Seguro que te estás preguntando por otras especies domésticas más próximas a nosotros. Pues bien, hasta la fecha las únicas especies identificadas como potencialmente infectables por EBOV son los mejores amigos del hombre, perros y cerdos porque el destino es cruel. Pero no te asustes, que hasta la fecha no se han producido casos de transmisión al hombre a partir de estas especies.



Entonces a la pregunta que nos hacemos todos, ¿Un perro puede contagiar a un humano? Esta es la pregunta del millón eh... 

Según un estudio realizado entre el 2001 y 2002 en Gabón durante un brote de ébola, “Ebola Virus Antibody Prevalence in Dogs and Human Risk” que podemos leer en la web de NCBI donde todos tenemos acceso a los artículos científicos, y que sugiere que otros animales sí pueden ser contagiados aunque sin mostrar síntomas. Lo que supone un riesgo potencial bastante espectacular.

Los investigadores examinaron a 337 canes de distintos pueblos y ciudades que fueron vistos comiendo cadáveres de animales infectados con el virus. De esa muestra ,9 de cada 25 evidenciaron anticuerpos frente al EBOV por haber estado expuestos al virus o infectados. Sin embargo no hay datos que permitan saber con certeza si las personas corren el riesgo de ser infectadas por un perro, aunque por precaución se recomienda ponerse en el peor de los casos.

Para el control de EBOV en animales domésticos la OMS aconseja limpiar y desinfectar rutinariamente con hipoclorito sódico (lejia de la buena) u otros detergentes las granjas de cerdos y monos. Si se sospecha que se ha producido un brote, la zona se debe poner en cuarentena inmediatamente. Para reducir el riesgo de transmisión al ser humano puede ser necesario sacrificar a los animales infectados, que remedio, a ninguno nos gusta esa medida, pero a veces es necesaria, supervisando la incineración de los cadáveres (no, no cuenta hacer el cerdo en una barbacoa, hay que quemarlo más). Y para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad es recomendable evitar que dichos animales sean transportados a otros lugares.
Científicos del CDC en Atlanta felices al recibir su nuevo
aparato incinerador, que ayudará a salvar incontables vidas

Finalmente es fundamental establecer un sistema activo de vigilancia de la sanidad animal para detectar casos nuevos con el fin de alertar de forma temprana a las autoridades veterinarias y de salud pública.


Y con esto acabamos la entrada de hoy. Es verdad que los artículos están en inglés, pero igual lo está la mayoría de la ciencia, así que hay que ir poniéndose las pilas para no acabar en las garras de homeópatas de pueblo. 

En otro orden de asuntos, la nueva revista de la SEV ha salido editada. La podéis ver en la página de la Sociedad Española de Virología, o directamente en este enlace. Yo os recomiendo la página, porque así trasteáis un poco por el mundo de la virología en España, que no es como Teruel, este existe de verdad. La revista está muy bien, tenéis artículos, noticias y muchas más cosas. 
 
Y sin más, un saludo, y hasta la próxima, que os prometo que será, al menos, antes de 31 de Diciembre. Que habrá que comerse las uvas juntos, ¿no?