lunes, 15 de diciembre de 2014

Luces, Cámara... Infección!

Muy buenos Lunes, queridos lectores. No, no me estoy riendo de vosotros, hay razones para que el primer día de la semana sea bueno. El piar de los pajarillos, los autobuses pasando cuando vives en un bajo o los vecinos haciendo obras en una mañana libre. Impecable manera de despertarse.

Pero ya que estoy despierto, vamos a escribir entrada. Bueno, mas que escribir, adaptar, ya que tenemos otro invitado, también del Máster en Virología de la Universidad Complutense de Madrid. En este caso se trata de Francisco Javier Hernández Walias, que ha decidido hablarnos sobre el controvertido tema de la bioseguridad, que no trata de la bacteria policii leñeris, si no de las medidas que hay que tomar en el laboratorio para que no se te descontrolen las cosas. 

Sin más, empezamos.

Muchas son las películas que tratan sobre las pandemias virales, pero pocas son las que reflejan seriamente los modelos de contención, ya que siempre nos encontramos con “un héroe” que sin mucha protección, es el que se salva de ser contagiado.Entre las medidas más básicas de actuación se encuentran las luces ultravioleta, que son necesarias para destruir en la cámara de flujo laminar los microorganismos que pueden producir infección y contaminación de las muestras con las que estamos trabajando. Esta medida tan simple, que consiste en tocar un botoncillo cuando te levantas del puesto de trabajo, no la ves ni en los documentales de la 2 sobre ciencia (ya sea por el rigor o por el rigor de la siesta)

Así que lo habéis adivinado, queridos lectores, hoy vamos a hablar de bioseguridad, y de los fallos que podemos apreciar normalmente en la sociedad. 

Sin ahondar mucho, dos de las medidas más importantes para el manejo de los virus son la protección de quien trabaja con ellos y la protección de los propios virus para evitar su diseminación fuera de la zona donde se manipula. El caso más reciente en cuanto al déficit en el equipamiento de protección individual (EPI) es el brote de ébola en España. Que no es que nos guste ahondar en la proverbial herida, pero esto es más madera de blog desde que pillaron a Clinton con la Lewinski...
Es de gran importancia conocer cuál es el grupo de riesgo de los virus para clasificarlos de acuerdo a su virulencia, en niveles de bioseguridad (BSL) puesto que trabajar con un virus letal no es lo mismo que trabajar con un virus no peligroso, y se deben tomar las medidas adecuadas para garantizar la protección y la seguridad de los trabajadores y el resto de la población. De ahí que España no fuera el país más idóneo para albergar un virus tan letal como el del ébola, ya que este virus corresponde a un nivel de bioseguridad 4, y aquí, el nivel superior es de 3. Países como EEUU, Alemania, Japón, entre otros, sí tienen laboratorios BSL-4. ¿Y porqué no tenemos laboratorios de nivel 4 en España? ¿Por los recortes? No, lectores míos, por sentido común. La frase "quien quiera peces que se moje el culo" viene que ni pintada: no queremos peces y nuestro culo está bien seco aquí comiendo jamón. Muchas gracias. Si no hay riesgo, ¿para qué traerlo? Eh? Eh? Esa es buena...

En función de la virulencia de estos agentes, se precisará de centros que estén más o menos alejados de la población (en fin...para qué decir nada), es decir, aquéllos que manipulen virus peligrosos, deberán hacerlo en lugares aislados, ya que si están en una región de alta confluencia de población, el riesgo de infección es altísimo no sólo por la cercanía, sino también porque si alguien se contagia, al vivir en la multitud, la tasa de propagación sería altamente crítica, y posiblemente, incontrolable. Aquí tuvimos la suerte, y rompo una lanza a favor de controlar el pánico, por divertido que sea, de que ébola no es un virus altamente contagioso por vías aéreas. 
Como podéis comprobar, alejadísimo de la población
y medios de transporte... 

Todos los laboratorios de diagnóstico deben estar preparados para cumplir los cometidos de niveles de bioseguridad 2.Cada laboratorio debe estar provisto de su correspondiente manual de seguridad e identificación de riesgos, además de sistemas paliativos y de prevención en caso de accidente, de esta manera, se reducen al mínimo los riesgos. Ojo al dato, no se eliminan, si no que se reducen. Riesgo hay, fallo humano o no humano mediante.

Es obligatoria la presencia del símbolo de “riesgo biológico” en las puertas de los laboratorios que trabajen con microrganismos de nivel 2 o superior. Únicamente entrará en esos laboratorios el personal autorizado, y nunca niños. Las puertas de estos laboratorios deberán estar cerradas.

Está prohibido llevar las prendas protectoras fuera del laboratorio, ya que si están contaminadas, se puede contaminar el resto del personal del recinto, y de éstos, propagarse la contaminación a la calle. De ahí todo el hincapié que se hizo con cómo se quitaba la ropa y tal. Te dejan meter y sacar tu propio pelo y uñas en un nivel 4 porque está feo afeitarse la cabeza gratuitamente si no eres famoso, que si por ellos fuese...

Es muy importante caer en el detalle de que, sobre todo, en los laboratorios de mayor seguridad, las ventanas estén provistas de rejillas que eviten la entrada de insectos, ya que de no ser así, éstos podrían ser vectores de algunos de los virus con los que se trabajan allí, por lo que la propagación sería prácticamente inminente.

Nivel 1
Los laboratorios de nivel 1 tienen bajo riesgo para los trabajadores y para el resto de la población. Es recomendable el uso de bata y guantes desechables. Este tipo de laboratorios son muy comunes, y los podemos encontrar en hospitales y facultades relacionadas con el ámbito sanitario, además de centros de investigación, diagnóstico y análisis de estos virus “mansos” (aunque también se pueden encontrar laboratorios de nivel 2 para éstos últimos).

Nivel 2
Los virus incluidos en este nivel son aquéllos que no afectan “ni por asomo” al ser humano ni a animales. Los laboratorios de nivel 2 tienen un riesgo moderado para los trabajadores, pero bajo para la población. En caso de infección, existen tratamientos efectivos. 
Éstos poseen cámara de seguridad biológica para aquellos procedimientos que puedan generar aerosoles. Los residuos potencialmente contaminados se separan del circuito general de residuos. Dentro de este grupo podemos incluir, entre otros, a Adenovirus y Coronavirus.

Nivel 3
Los laboratorios de nivel 3 ya tienen herramientas mucho más sofisticadas y regladas. En España tenemos el CISA. El riesgo para los trabajadores es elevado, pero reducido para el resto de la población. Pueden producir enfermedades serias. Un bonito ejemplo conocido por todo el mundo que tenga más de 20 años es el anthrax (si, es una bacteria, pero también es famosa). En este tipo de laboratorios, existen unas cabinas de flujo con guantes de manga adheridos a ellas. Es de vital importancia revisar periódicamente la unión de los guantes a la cabina, puesto que si hay una mínima rotura en esa zona, es posible que la persona que manipula el virus en la cabina pueda tener contacto directo con dicho agente (anda que no hay películas, como Contagio o Estallido) y permita que éste pueda campar a sus anchas, invirtiéndose los papeles, donde ahora, quien manipula a quién, es el virus sobre la persona. Es bastante asombroso pensar cómo unos entes biológicos tan diminutos como los virus, que ni siquiera podemos ver al microscopio óptico (excepto algunas especies de virus gigantes encontradas (denominados girus: “virus gigantes”), como los Mimivirus), tengan la capacidad de matar personas e incluso animales de dimensiones superiores. Los trabajadores llevan EPI del tipo “pijama” o “bata de cirujano” con mascarilla y una redecilla para la cabeza.
Aquí podemos incluir, entre otros, a Arenavirus y Flavivirus.

Los laboratorios de nivel 4 son la “élite” de la bioseguridad, que bien sabemos que en España no hay (y encima, para un centro que tenemos que está más o menos preparado, fue desmantelado) entrañan un riesgo muy elevado tanto para los trabajadores como para el resto de la población. En este tipo de laboratorios, hay que usar los “trajes de la NASA” que tienen dispensador de O2 autónomo unido a la escafandra. Los trajes tienen sobrepresión para que no entre ningún agente infeccioso en caso de desgarro. Es muy importante que la parte del traje correspondiente al tronco esté lo más sellada posible a todas las extremidades y la cabeza. Con esto me refiero a que no debe quedar ningún acceso libre para la entrada de estos virus. De esta forma, estará asegurado el aislamiento por contacto (no vale usar papel de celo para sellar las distintas partes del traje, ya que es un material muy endeble y por ello, poco eficaz. En caso de accidente, por ejemplo si la persona se engancha con un objeto del laboratorio, puede rasgarse el celo y quedar a la intemperie el tobillo, siendo “buffet libre” para los virus).
La pregunta del millón es... ¿y para ir al baño?
En este grupo, podemos destacar, entre otros, a Filovirus (como el ébola) y Bunyavirus.

Por último, cabe destacar que es de vital importancia la vigilancia médica y sanitaria, ya que su objetivo es detectar posibles enfermedades contraídas durante el trabajo.

En laboratorios tanto de nivel 3 como 4, las dobles puertas de acceso al laboratorio deben ser de cierre automático (obviamente, no se pueden tocar con las manos) y disponer de un mecanismo de interbloqueo, para que nunca estén abiertas a la vez las puertas interna y externa. Además, los techos, suelos y paredes deben ser impermeables, y la presión del aire será negativa (es decir, hacia dentro de los laboratorios, nunca hacia el exterior, para así, evitar la salida de microorganismos fuera del laboratorio).

Por mucha seguridad y protección que haya, los errores humanos, por ejemplo, el mal uso de algunas técnicas, pueden generar riesgos. En muchos casos, según con qué tipo de agente se trabaja, es obligatoria la vacunación para proteger en el mayor grado posible, a los trabajadores en caso de contagio.

Aunque en estos dos últimos niveles debe haber vigilancia en el trabajo, especialmente en el de máxima contención (BSL-4), nunca se debe trabajar de forma individual. Deben existir cámaras de vigilancia funcionando en todo momento Además, se necesitan dos personas para quitar el traje. Esto, aunque no lo parezca, reduce los riesgos ya que las personas suelen estar entrenadas y preparadas para ello. La comunicación entre el personal de dentro y de fuera de los laboratorios puede realizarse mediante dispositivos de comunicación, como los Walkie talkie. A aquellos trabajadores que usan gafas, se les proporciona unas que quedarán siempre dentro del laboratorio. Y como última medida, son obligatorias las duchas antes y después de trabajar aquí (niveles 3 y 4). Y aun así, no veréis ninguna versión X de Contagio o Estallido. Para que digan que la ciencia es sexy...

Y con esto lo dejamos por hoy, queridos lectores. Como siempre, os pasamos una serie de enlaces interesantes para que os documentéis un poco más sobre el tema que nos atañe hoy. 

Un saludo y Feliz Navidad. No comáis mucho, y lo que sobre, donadlo a un científico, que los pobres ya no tienen casi ni para comer.

¡Hasta la próxima!


lunes, 8 de diciembre de 2014

El Peligro de la Noche: Parte Segunda

¿Qué tal, queridos lectores? Como siempre digo, no todo sale acorde a lo planeado. Unas veces quieres montar un circo y no consigues un payaso que haga gracia (y mira que tenemos políticos en televisión) y otras veces te apetece tumbarte a gusto un Domingo y te bajan los acróbatas del Cirque du Soleil por las cortinas. 

Pero como hay que tener una actitud positiva ante la vida, el mundo y la madre que lo parió, seguimos adelante con el blog, en el cual llevamos más de 21.000 visitas. Una marca alucinante, y que sigue subiendo. 

Una vez que me habéis oído hablar a mí, doy paso a la entrada per se del blog, En este caso nos la brinda (brindó, y lo siento por ello) Irene Sánchez, del Máster de Virología de la Universidad Complutense. Un saludo desde aquí. Más de 900 personas nos leen al mes, buena elección. 
Los murciélagos, el terror de la noche y vectores de enfermedades mortales
Horripilantes criaturas
Como podéis intuir por el título, esta entrada es la continuación de la que publicamos hace casi un mes, El Peligro de la Noche: Primera Parte. En aquella, hablábamos de los virus que eran transmitidos por los murciélagos. Ahora, vamos a hablar de un viejo conocido español. De ese primo lejano del que hemos oído hablar algo, y que cada vez que se pasa por casa lo deja todo patas arriba, hay que cambiar los muebles y tirar un par de tabiques. Si, queridos lectores, hoy hablaremos del ébola.

Hoy en día todo el mundo sabe mucho sobre la enfermedad hemorrágica producida por el virus Ébola, sobre todo los virólogos de Wikipedia, y las posibilidades dónde leer sobre el virus y la enfermedad son de fácil acceso. 
Un buen sitio donde empezar es en la página de la OMS, la del CDC, o incluso la BBC. Pero hoy vamos a hablar de aspectos que no son tan fáciles de encontrar en estas páginas; qué papel juegan los animales en la transmisión de esta grave enfermedad.

La enfermedad por el virus del Ébola es una zoonosis (es decir, se transmite de los animales al hombre o viceversa). No hay tratamiento específico ni vacuna para los animales al igual que para las personas. N del B: Cuando me mandaron esta entrada no había mucho por ahí, pero podéis consultar los enlaces del CDC y la Universidad de Nebraska (que tiene una app) si queréis saber más sobre tratamientos y vacunas. Que los yankis son muy apañaos para estas cosas.

Se considera que los huéspedes naturales del virus ébola  son los murciélagos frugívoros, en particular Hypsignathus monstrosus, Epomops franqueti y Myonycteris torquata, (vamos que a mí no me gustaría encontrármelos por la calle…) y son posiblemente los huéspedes naturales del virus del Ebola en África. Por ello, la distribución geográfica del virus suele coincidir con la de dichos murciélagos (no existen las casualidades).

En las zonas rurales, es habitual el consumo de murciélago de la fruta, cuya carne se prepara a mano para deshidratarla, ahumarla y/o cocerla (todo un manjar al alcance de pocos). En las zonas afectadas, la infección también podría transmitirse al ser humano a través de la manipulación o el consumo de frutos silvestres que estuvieran contaminados por saliva o heces de murciélago.

Además de los murciélagos, el virus también puede trasmitirse a primates no humanos. Aunque los primates no humanos, han sido una fuente de infección para las personas, se cree que no son el reservorio del virus, sino huéspedes accidentales, como los propios seres humanos. Desde 1994 se han registrado brotes de enfermedad por el virus Ebola (EVE) causada por las especies EBOV y TAFV en chimpancés y gorilas. Lo más probable es que se transmita habitualmente entre murciélagos y primates no humanos y acceda al ser humano durante la caza y la recogida de animales enfermos o muertos y la manipulación o consumo de carne cruda de animales salvajes.
Macaco cangrejero entrevistado para esta entrada:¿Que el Ébola infecta a quién?


El virus RESTV ha causado brotes de EVE graves en macacos cangrejeros y ahí os dejo esa perla… (Macaca fascicularis) criados en Filipinas, y también se ha detectado en monos importados de Filipinas a los Estados Unidos en 1989, 1990 y 1996, y en Italia en 1992. Desde 2008, el virus RESTV se ha detectado en varios brotes epidémicos de una enfermedad mortal en cerdos en Filipinas y China.

Seguro que te estás preguntando por otras especies domésticas más próximas a nosotros. Pues bien, hasta la fecha las únicas especies identificadas como potencialmente infectables por EBOV son los mejores amigos del hombre, perros y cerdos porque el destino es cruel. Pero no te asustes, que hasta la fecha no se han producido casos de transmisión al hombre a partir de estas especies.



Entonces a la pregunta que nos hacemos todos, ¿Un perro puede contagiar a un humano? Esta es la pregunta del millón eh... 

Según un estudio realizado entre el 2001 y 2002 en Gabón durante un brote de ébola, “Ebola Virus Antibody Prevalence in Dogs and Human Risk” que podemos leer en la web de NCBI donde todos tenemos acceso a los artículos científicos, y que sugiere que otros animales sí pueden ser contagiados aunque sin mostrar síntomas. Lo que supone un riesgo potencial bastante espectacular.

Los investigadores examinaron a 337 canes de distintos pueblos y ciudades que fueron vistos comiendo cadáveres de animales infectados con el virus. De esa muestra ,9 de cada 25 evidenciaron anticuerpos frente al EBOV por haber estado expuestos al virus o infectados. Sin embargo no hay datos que permitan saber con certeza si las personas corren el riesgo de ser infectadas por un perro, aunque por precaución se recomienda ponerse en el peor de los casos.

Para el control de EBOV en animales domésticos la OMS aconseja limpiar y desinfectar rutinariamente con hipoclorito sódico (lejia de la buena) u otros detergentes las granjas de cerdos y monos. Si se sospecha que se ha producido un brote, la zona se debe poner en cuarentena inmediatamente. Para reducir el riesgo de transmisión al ser humano puede ser necesario sacrificar a los animales infectados, que remedio, a ninguno nos gusta esa medida, pero a veces es necesaria, supervisando la incineración de los cadáveres (no, no cuenta hacer el cerdo en una barbacoa, hay que quemarlo más). Y para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad es recomendable evitar que dichos animales sean transportados a otros lugares.
Científicos del CDC en Atlanta felices al recibir su nuevo
aparato incinerador, que ayudará a salvar incontables vidas

Finalmente es fundamental establecer un sistema activo de vigilancia de la sanidad animal para detectar casos nuevos con el fin de alertar de forma temprana a las autoridades veterinarias y de salud pública.


Y con esto acabamos la entrada de hoy. Es verdad que los artículos están en inglés, pero igual lo está la mayoría de la ciencia, así que hay que ir poniéndose las pilas para no acabar en las garras de homeópatas de pueblo. 

En otro orden de asuntos, la nueva revista de la SEV ha salido editada. La podéis ver en la página de la Sociedad Española de Virología, o directamente en este enlace. Yo os recomiendo la página, porque así trasteáis un poco por el mundo de la virología en España, que no es como Teruel, este existe de verdad. La revista está muy bien, tenéis artículos, noticias y muchas más cosas. 
 
Y sin más, un saludo, y hasta la próxima, que os prometo que será, al menos, antes de 31 de Diciembre. Que habrá que comerse las uvas juntos, ¿no?

lunes, 10 de noviembre de 2014

El Peligro de la Noche: Primera Parte

¿Qué tal, queridos lectores? Parece que hace mucho tiempo desde la última publicación en esta humilde, divertido, magnífico y despampanante blog, pero nosotros somos como las malas hierbas, por mucho que las des por muertas, ahí estamos otra vez. 

Pero hoy no me voy a explayar con la introducción, porque hoy la entrada no la hago yo. Esta entrada es el hijo legítimo, buscado y querido de la colaboración del Master de Virología y el Grupo de Jóvenes Virólogos. Y la escribe uno de sus alumnos, Borja Fernández Retuerto. Sin más dilación, os dejo con su entrada:

En esta nueva entrada del blog os vamos a hablar de, como habréis supuesto al leer el título, los virus que transmiten los murciélagos. Antes de meternos en materia os daremos unos conceptos básicos sobre estos animales. 
Los quirópteros (orden Chiroptera) o murciélagos, son los únicos mamíferos voladores. El nombre Chiroptera proviene de proviene de dos vocablos griegos: cheir (ceir) = mano, y pteron (pteron) = ala. Están extendidos por todo el mundo, salvo la Antártida, y han ocupado diversos nichos ecológicos. 
Los murciélagos, como cualquier otra especie en la naturaleza, tienen su importancia ecológica; en especial, en la polinización y dispersión de semillas. Cerca de un 70% de las especies son insectívoras y la mayor parte del resto frugívoras; algunas se alimentan de pequeños vertebrados como ranas, roedores, aves, peces, otros murciélagos o, como en el caso de los vampiros de sangre. 

La clasificación actual de los murciélagos los subdivide en los megaquirópteros (Megachiroptera) y en microquirópteros (Microchiroptera). 
¿A qué no sois capaces de adivinar si es mega o micro?
Los megaquirópteros también se conocen como zorros voladores o murciélagos de la fruta, debido a su dieta a base de frutas. 
Los microquirópteros son los que se emplean la ecolocalización, de menos tamaño que los anteriores.

A continuación, vamos al tema de interés: los virus que trasmiten los murciélagos. Estos animales son portadores de numerosas enfermedades potencialmente reemergentes en el hombre y en otros animales. Los paramixovirus tienen su origen en los quirópteros y son responsables del sarampión, de las paperas y de numerosas infecciones respiratorias, entre otras, siendo estas unas de las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo. Los investigadores identificaron 60 nuevas especies de paramixovirus. Pero sobre todo descubrieron que los murciélagos tienen formas genéticamente parecidas a los paramixovirus que se creían propios del hombre. La existencia de semejante reservorio animal compromete la esperanza de erradicar algunas enfermedades humanas, como el sarampión. Otros virus, como los fulgurantes Hendra y Nipah que hacen estragos en Asia y en Australia, también fueron detectados en estado de latencia en África.

La prestigiosa revista Nature publicó un artículo en 2013 en el que se describe un virus, al que han llamado WIV1, aislado de un murciélago de herradura en China, que es casi idéntico (95% de homología en su secuencia genética) al virus SARS. Y no solo guarda ese parecido tan elevado a nivel genético: también utiliza el mismo tipo de receptor celular (la molécula “llave” que abre la puerta de la célula al virus y permite que éste la invada y se multiplique en su interior), conocido como ACE2 (enzima conversora de angiotensina II). De hecho, ambos virus tiene una capacidad infectiva muy similar in vitro sobre células de distintos tipos de mamíferos, incluyendo células humanas. Los autores del artículo concluyen que WIV1 es capaz de infectar células humanas sin necesidad de adaptación previa y podría dar el “salto de especie” entre el murciélago y el ser humano sin necesitar un hospedador intermedio. 

Pero no solo los coronavirus tipo SARS o MERS parecen tener una vinculación con los murciélagos. Otros muchos tipos (o familias) de virus también poseen predilección por estos quirópteros, verdadero “reservorio ancestral” de ramas enteras del árbol de los virus. Las múltiples especies de murciélagos son el hospedador preferido del principal “pool” de los paramyxovirus (familia a la que pertenecen, entre otros, el virus del sarampión, o los más recientemente “emergidos” virus Hendra y Nipah), los Rhabdovirus (familia cuyo principal representante es el virus de la rabia, pero 
El Rhabdovirus de la rabia
que engloba igualmente a los demás miembros del género Lyssavirus, que incluyen a los causantes de la “rabia de los murciélagos“, transmisible al hombre y muy virulenta), y los Filovirus (virus Ébola, Marburg y similares), entre otros. Incluso muy recientemente se han identificado virus tan típicamente aviares, como los Influenzavirus tipo A, en murciélagos, concretamente dos nuevos subtipos, H17N10 y H18N11. Y quizá lo más reciente y sorprendente es el hallazgo en murciélagos de virus muy similares al virus de la hepatitis B humano. Por otro lado, lo que revelan todos estos hallazgos es que una gran parte del pool de virus de mamíferos podría tener su origen en el numeroso y complejo pool de virus de murciélagos, representando éstos una fuente de virus emergentes para las otras especies.

La infección por el virus Nipah (perteneciente al género Henipavirus) es una nueva zoonosis emergente que causa cuadros graves tanto en animales como en el ser humano. El huésped natural del virus son los murciélagos de la fruta de la familia Pteropodidae.
El virus Nipah se detectó por vez primera durante un brote de la enfermedad que se declaró en Kampung Sungai Nipah, Malasia, en 1998. En esta ocasión el huésped intermediario fue el cerdo. Sin embargo, en brotes posteriores de virus Nipah no hubo huésped intermediario. En Bangladesh, en 2004, las personas afectadas contrajeron la infección tras consumir savia de palma datilera contaminada por murciélagos fruteros infectados. También se ha documentado la transmisión entre personas, incluso en un entorno hospitalario en la India.

La infección por el virus Hendra es una rara zoonosis emergente que hace enfermar gravemente a los caballos y al ser humano. Se ha determinado que el huésped natural del virus son los murciélagos de la fruta de la familia Pteropodidae.
Sobre el Hendra 
El virus Hendra (perteneciente al género Henipavirus) se identificó cuando se declaró el primer brote de la enfermedad en Hendra, suburbio de Brisbania, Australia, en 1994. El brote afectó a 21 caballos y dos personas. A julio de 2008 se habían notificado once brotes, limitados todos ellos a la costa oriental de Australia. Se ha determinado que el caballo actúa como huésped intermediario, transmitiendo la infección al hombre en los contactos estrechos que se producen cuando son atendidos por estar enfermos o sometidos a necropsia.

En cuanto al virus de actualidad, el ébola, se sabe con cierta seguridad que son los murciélagos su reservorio. Nota del Master: Pero como tenemos una entrada preparadita ya en el horno sobre el ébola, os esperáis, no seáis curiosos, queridos lectores

Tal y como hemos visto, los murciélagos no son sólo esos mamíferos voladores que duermen de día en cuevas y lugares oscuros colgados bocabajo. No todos son vampiros, algunos cazan insectos, otros comen frutas. Lo que sí se sabe es que estos animales tienen unos de los sistemas inmunológicos más fuertes de entre todos los mamíferos; es decir, pueden ser portadores y reservorios de múltiples enfermedades sin que apenas manifiesten síntomas. Ello les convierte en potenciales transmisores de microorganismos patógenos que nos afecten a nosotros y a nuestros animales domésticos. La protección, precaución e investigación son de momento las únicas herramientas de las que disponemos para hacer frente a esta amenaza.


Y con esto, acabamos la entrada. Os dejo aquí al final una lista con la bibliografía consultadas para la entrada, que Borja Fernandez Retuerto se lo ha currado un montón. 



























lunes, 30 de junio de 2014

El Enemigo Entre Nosotros

Buenos días, queridos lectores

Como suele pasar al final de todos los Domingos, hoy es Lunes. Lo que significa que, los que tengan trabajo, estarán odiando a los parados porque los segundos duermen, mientras que los parados odiarán a los trabajadores por su falta de trabajo. 

Esto de las paradojas humanas es lo que tiene. 

Pero basta de filosofear baratamente, y vayamos al meollo del asunto. No sé si lo sabréis (seguro que no) pero últimamente uno de los escritores de este blog ha conseguido trabajo de monitor en un campamento, lo que le ha hecho darse cuenta de una serie de cosas: 

1. La gente no le tiene miedo a los virus.
2. Este blog está desactualizado. 

Sobre el punto número dos vamos a hacer una entrada bastante pronto, pero el punto número uno es muy preocupante

La gente no le tiene miedo a los virus por una simple razón: ¿Cuánto hace de la última gran pandemia? Y no me mencionéis el VIH, que os veo venir. Con toda la seriedad que conlleva el asunto, hace por lo menos 10 años que la gente no se muere de SIDA como se moría antes. Ahora ya sólo es una campaña de concienciación en los institutos. Un coco antiguo al que no se le hace caso. El resto de los virus, como la gripe, el sarampión, un resfriado, etc. están controlados y no suponen una amenaza, por lo que la gente se olvida de ellos. 

Y esto ha desencadenado un gran problema en nuestra sociedad: El planteamiento de la efectividad de las vacunas, y su uso. Es decir, los movimientos anti-vacunas
Que sí, que sí, pero me he llevado medio
millón limpio de impuestos...

En este blog hemos postpuesto comentar este tema por una razón básica: nuestro planteamiento está claramente a favor de una opinión, la racional y el sentido común. La que se defiende con estadística, hechos y verdades. Sí, somos pro-vacunas. Es bastante obvio. 

Pero como todo hay que comentarlo, y este es un blog, ante todo, de divulgación, os vamos a ofrecer una visión de lo que puede pasar (y pasa) con los movimientos anti-vacunas. No vamos a hablar de repuntes de Polio en países africanos, o de los que sufren religiones budistas o naturópatas por no vacunarse

Nos vamos a la civilización, concretamente a la casa de la Reina Madre, el país de los tés y el fish and chips, de los Beatles y de los Rolling Stones. Nos movemos a Inglaterra

Como se dice antes de los chistes, paradme si ya os lo sabéis. Aún así, un esfuerzo divulgativo no estaría mal, para que la gente recuerde y no caiga en el mismo error. Hagamos todos un pequeño esfuerzo y evitemos otra situación como esta. 

Todo empezó en Febrero de 1998, hace 16 años, en una sala de conferencias. El señor Andrew Wakefield (et al) defendía en una rueda de prensa haber encontrado una relación entre infecciones gastrointestinales y el autismo. El paper es este, y luego fue retirado por la revista médica "The Lancet". Lo que no sabe la gente es que este paper no causó nada de controversia. Ni una miaja. Y mira que lo publicaron en primera plana y todo los periódicos. Pero no caló. 

No fue hasta 2001, que el señor Wakefield publicó una review-basura, y otro artículo con "nuevos datos", cuando se desató la locura. Y aún así, la culpa no la tiene Wakefield. Cierto es que sus publicaciones no ayudaron a nada, y que como científico deja mucho que desear, pero él no tuvo la culpa. Hizo lo que le pagaron para hacer (porque se demostró que había recibido ingentes cantidades de dinerito fresco para falsificar los datos. En concreto más de medio millón de Libras, unos 625.000 € al cambio de hoy según Wall Street)

Cuatro meses de investigación antivacunas y al
pobre señor se le quedó esta cara...
La culpa la tuvieron los periodistas y las celebridades. Esa gente que constantemente, día a día, no para de hablar sobre temas que desconoce por completo. Es más la mayoría de artículos sobre este caso que se escribieron entre 2001 y 2004, fueron escritos por personas que profesionalmente no se dedicaban a la ciencia. 
Existe además el caso de Jenny McCarthy, una señora famosa con un hijo autista (que no lo es) que es ferviente defensora de los movimientos anti-vacunas. 

Pero como en toda historia con malos y buenos, siempre existe una persona dispuesta a redimir a su colectivo. En este caso, dicha persona es Brian Deer. Este señor se dedicó, durante cuatro meses, a investigar cosillas sobre Wakefield, a la luz de los numerosos estudios científicos que decían que mentía descaradamente. Y encontró pruebas para sacar un artículo que obligó a The Lancet a retractarse del apoyo a Wakefield. Una bonita cronología sobre su investigación la podéis encontrar aquí. Aun así, hoy en día sigue habiendo gente que defiende a Wakefield y sus estudios, como estos antivacunas.

Y por último, me vuelvo a la actualidad, y me cambio de país. Ahora me voy a los USA, donde este año el CDC se ha visto obligado a advertir, en un comunicado de su Morbility and Mortality Weekly Report, de un repunte de sarampión de 288 en 5 meses, el dato más alto desde 1994 (aquí)

Además, y ya con esto termino, os cuento el caso de una iglesia, en Texas, cuyos miembros abogaban por no vacunarse de sarampión, haciendo caso de Wakefield. Pero después de que 21 miembros de la iglesia contrajeran el virus, empezaron a organizar campañas pro-vacunas e instar a sus miembros a vacunarse. La noticia, aquí y aquí.

Esto último demuestra que la esperanza no se ha perdido, que la gente puede ver la luz. Aunque primero tengan que pillar el sarampión. 

Esperemos que no tenga que pasar algo grave para que se den cuenta de su error, y no lo paguemos los demás

Hasta la próxima, lectores



domingo, 15 de junio de 2014

Hasta los Virus me Dan Hambre

Bueno bueno bueno... Parece que lo de ir volviendo a escribir entradas iba en serio eh...

Nos volvemos a encontrar, queridos lectores, y esta vez sin tener que esperar un mes. Qué puedo decir, si no que os echaba un poco de menos. 

Pero dejémonos de dulces sensiblerías, porque de dulces (más o menos) hemos venido a hablaros hoy. Veréis, hay una sociedad en este mundo que se dedica profesionalmente a buscar excusas para su comportamiento. Dicha sociedad se ha visto con un grave problema, la obesidad. No la obesidad de "ay mi niño que regordete está" mientras le coges los mofletes, si no la obesidad de no saber si vestirse con un abrigo o un paracaídas

Oiga, pero es que tengo un virus eh...
Frente a este problema encontraron dos soluciones. La primera era fácil, sencilla y económica. Cuidar la dieta, ir andando a trabajar, hacer deporte, comer sano, etc. Seguro que más de un infeliz fue a trabajar a pie en Nueva York a las 8 a.m. después de desayunar un bol de muesli con yogur natural y se encontró que en su tupper no había más que verde, con ramas y tomates. Todos hemos visto esa película y se llama American Psycho (y el que no la haya visto, que la piratee que la compre, que es un peliculón).

Atentados por dicha solución, decidieron recurrir a la segunda: Invertir millones y millones (y millones) de euros para descubrir qué hacía que la gente estuviese gorda, aparte de comer como cerdos. Y como tienen un montón de tiempo libre y un montón de dinero, fíjate tu por dónde, la encontraron

Y sí, el (probable) causante de la obesidad humana es un virus, el adenovirus 36. Esto lo lleva defendiendo un señor llamado Richard Atkinson, CEO de Obetech, una empresa que trata la obesidad. Pero se ha vuelto a poner de moda porque unos científicos checos han publicado un estudio que apoya dicha teoría. 

Los científicos y su precariedad laboral...
No se puede ni comprar un peluquín decente.
Dicho Adenovirus, de los que creo recordar no hemos hablado en este blog (veis, tantas cosas de las que hablar) se descubrieron en una niña en 1978, que padecía diabetes. Desde entonces, se ha determinado que infectan a células grasas, aumentando su tamaño y su capacidad de replicación. Es decir, te infecta, y te hace más gordo. 
Hasta el punto que, según el estudio de los checos, los niños obesos infectados por este virus eran más obesos que los niños obesos sin infectar. Alucinante. 

Investigando un poco más por google scholar, he encontrado que hay bastantes estudios sobre esto (aquí y otro), y que es un tema bastante interesante, por muy a excusa que pueda llegar a sonar... Además, parece ser que los Adenovirus 37 y 38 también pueden tener algo que ver en todo este asunto. 

Y hasta aquí llegamos con la entrada de hoy, lectores. Parece mentira que llevemos ya dos desde que volvimos de la Larga Siesta, pero vamos recuperando el ritmo. 

¡Nos vemos la semana que viene!

Postdata: la noticia está sacada de un notiweb pasado. Estamos poniéndonos al día, no nos lo reprochéis.

sábado, 14 de junio de 2014

Todas las Cosas Buenas...

Como bien decía el título final de Star Trek, la Nueva Generación, "All Good Things... Come To an End", que para el que no sepa inglés, significa que todas las cosas buenas, antes o después, se acaban. Es triste, pero es cierto. 
Si os paráis a pensarlo, es la vida, es el día a día, y pasa con todo, desde las cosas grandes a las cosas pequeñas. Se acaba el cocido del plato, el helado del palo y el ciclo de la Selección Española de fútbol. Se acaba la financiación del laboratorio, las clases de la Universidad y la cerveza de la litrona. 

Todo se acaba. Así que, con todo el pesar de mi corazón, sólo os puedo decir una cosa...


... ¡Volvemos a escribir entradas!

¿Acaso pensábais que íbamos a dejar que esto muriese así, de repente? ¿Con la de cosas interesantes que ocurren en el mundo de los virus? No, lectores míos, nosotros somos como Michael Jordan, nos retiramos a jugar al béisbol para darnos cuenta que se nos da mucho mejor el baloncesto (la ciencia en este caso). 

Que esto del golf está muy bien... pero yo me vuelvo
a escribir entradas al blog
Y hablando de cosas interesantes, vamos a empezar esta nueva entrada (en casi un mes) con algo light, fácil de leer y, ante todo, antiguo. Que tenemos un montón de cosas atrasadas. 

En el segundo comunicado triste de hoy, he de deciros que hace un mes y algo se descubrió que los pingüinos tienen gripe. Gripe aviar. Lo divertido es que la gente de las noticias se sorprendió de que los pingüinos, un tipo de pájaro, tuviese gripe aviar. Aviar, de pájaros. 

Y mientras os quitáis de la cabeza la graciosa imagen de un pingüino estornudando, os voy a decir porqué es interesante descubrir que unos bichos que viven en la Antártida, rodeados de hielo, donde no vive prácticamente ningñun ser humano. Porque este virus, el virus de la gripe H11N2 difiere un montón de sus hermanos de otros continentes.

Según el artículo original, que lo podéis leer en este enlace, el virus detectado en los pingüinos tiene sólo dos segmentos (de ocho) en común con otros virus de la gripe. Si recordáis entradas pasadas, los virus de la gripe pueden recombinarse entre sí mendiante un proceso conocido como Genetic Shift o Cambio Genético, en el cual intercambian sus genes entre sí, dando un nuevo virus de la gripe. 
 
No estornudes ahora... no estornudes ahora...
Pues bien, que este virus de gripe A tenga seis segmentos que no coinciden con ninguna otra gripe aviar en el resto del mundo demuestra dos cosas: que la Antártida está más aislada de lo que muchos creen (incluso para las aves migratorias) y que el virus se ha quedado "evolucionando" en los pingüinos durante un montón de años. El virus queda aislado dentro de la misma zona y deja de intercambiarse con otras especies. Mientras el resto de virus del mundo tiene un montón de aves y diferentes receptores (caballos, murciélagos, humanos...) en la Antártida tiene pingüinos y ya, que nosotros sepamos. 

Pero, si el virus ha estado un montón de años dando vueltas por los mismos pingüinos... ¿Cómo es que no lo hemos detectado hasta ahora? Fácil, porque en invierno hace un frío que te cagas mucho frío en la Antártida. Esto quiere decir que las infecciones de H11N2 se producen en verano, cuando el hielo se descongela y el virus vuelve a quedar libre. Además, en el artículo postulan que otros animales que residen por allí pueden ejercer de reservorios, como pueden ser delfines o ballenas. Pero eso nunca nadie se lo había planteado...

A mí, personalmente, me gusta más la hipótesis del virus guardado en el hielo, porque da mucho más juego a lo del calentamiento global.

Así que, resumiendo, en el artículo de la gripe aviar en pingüinos, nos encontramos varias cosas interesantes: El esquema migratorio de la gripe es mucho más grande y complejo del que nos esperábamos; puede haber más animales infectables por gripe de lo que creíamos (como ballenas o focas); y es posible que los virus se puedan conservar congelados en el hielo. 

Con esto acabo, lectores míos, esta entrada de vuelta y vuelta que estabais leyendo. Ya sabéis, todas las cosas buenas se acaban. Las demás, simplemente, se echan siestas muy, muy largas

Hasta la próxima, lectores! Os prometo que actualizaremos cada semana, al menos una vez.

Postdata: Lo que yo no sabía, y me he enterado leyendo el artículo, es que los pingüinos, en verano, acumulan tal cantidad de heces que se puede ver desde el espacio. Vaya unos guarros...

domingo, 11 de mayo de 2014

Confesiones de una Trabajadora

Este post va sobre el día del trabajador y para no saltarnos la norma viene con retraso, evidentemente.

Ese día que mucha gente ve lejano en sus rutinas diarias, ya somos pocos los que los celebramos (tan sólo un 74% de la población activa) y que además, lo hacemos mal: celebramos que trabajamos no trabajando! Es una forma curiosa, sería como celebrar el día mundial de la paz con misiles y tanques de guerra, o celebrar el día de la obesidad infantil regalando comida de McDonald’s…o incluso celebrar el día de la madre (reciente en fechas) apartándonos de ellas. 

Creo que esta es una de las razones por la que se ha ido perdiendo la responsabilidad que se adopta trabajando, y esto (muy divergentemente hablando) ha llevado a que se esté perdiendo la consciencia del trabajo, de lo importante que es para nuestras vidas, para las relaciones sociales, para poder estar cansados cuando nos vamos a dormir…y por supuesto para disfrutar del día del trabajador, de ese bendito viernes en medio de la semana.

Yo siempre he sido diferente, no digo rara ni extraña, sino diferente. Este día debería celebrarse diferente, deberíamos de trabajar más y mejor, de poder sentirnos orgullosos de nuestra responsabilidad y de dar ejemplo. Y…como yo soy diferente, tengo trabajo.

A continuación os explicaré mi viaje por el mundo laboral con final feliz. Soy bióloga, de hecho microbióloga, y si hilamos más fino especializada en virus. A priori no es un perfil muy solicitado (ya os digo que posteriormente tampoco lo es, aunque siempre suena bien), pero creo que la demanda radica en crear la necesidad.

La gente piensa que encontrar trabajo depende de la experiencia, de los estudios o de los “enchufes” y entonces se desaniman dedican cada vez menos tiempo a la búsqueda, lo que se traduce en más tiempo sin trabajo. Os hago un resumen de mi CV: he trabajado SIEMPRE
Curioso, ¿a que si? No siempre he trabajado en cosas que tenían que ver con background (si consideramos trabajo como tarea remunerada), he estado en una papelería, profe de inglés y, dónde tengo más experiencia, en tiendas de ropa varias, seis años (toda mi carrera de estudiante). Cómo buena científica en una fase inmadura de su carrera, todo esto lo compaginaba con prácticas gratuitas, pero siempre bien aprovechadas, en centros de investigación.

Acabé la carrera, cursé 13 asignaturas el último año para poder ser licenciada (y no graduada) y decidí hacer un máster (no sabía si podría trabajar de ello, pero el tema era profundamente interesante), me desplacé de cuidad. 
Nada fue fácil, tuve que compaginar las clases con un trabajo de 40 horas semanales. Todo el mundo me decía que no podría, que eran muchas horas, e incluso alguien llegó a sugerirme que así no aprobaría el máster.

¡Pero pude! 

Y además conseguía visitar Madrid los domingos. Casi al acabar el curso me denegaron la beca (beca general del ministerio) que había solicitado y tenía que pagar 4000 euros en dos meses. 

Lo primero que escuché fue que lo dejara, que renunciara a tener el título y me volviera a casa, pero no me pareció la mejor idea, ¡así que me quedé! Conseguí un trabajo mejor y pagué el máster
Cuando todo acabó, decidí que era hora de ponerme a buscar mi primer trabajo como bióloga (suspiros). Tardé cuatro meses en descubrir realmente cuales eran mis posibilidades, en saber a qué empresas dirigirme y para que puestos, en aprender que podía aportar mi persona (y así crear necesidad) y por el camino fui haciendo contactos. 

Los seis meses restantes los dediqué a una búsqueda (súper) activa: casi 6 portales, donde dejaba más de 10 diarios CV y más de 7 entrevistas en las que me dijeron: NO. Una me dijo SI, y aquí estoy, trabajando en uso de los centros más prestigiosos de investigación a nivel estatal, aprendiendo cada día y con nuevos restos. No estoy en un laboratorio con una bata blanca y botas de montaña, pero trabajo como bióloga, aplico cada día lo que llevo años estudiando, y sobre todo, soy feliz.

Para encontrar trabajo, se necesita lo mismo que para la vida: ACTITUD. Esa palabra marca nuestro camino, y nos hace mirar adelante. La selección natural ya hará el resto.

martes, 6 de mayo de 2014

No Hagan Sonar las Alarmas... Aún

¿Que tal queridos lectores? 

Últimamente estamos siendo algo erráticos en la publicación de las entradas y por ello debo disculparme. Vamos a ver si esta semana, con los puentes y las fiestas ya terminados, volvemos a nuestro adorable paso de dos entradas "per week". No os prometo nada, pero lo vamos a intentar. 

Opá...
Siendo como somos, que vamos saltando de tema en tema como una abeja salta de flor en flor (una abeja de 100 kilos con un feo traje a rayas, en este caso) el otro día me di cuenta de que no hemos hablado, de verdad, de una cosa. 

Me di cuenta porque saltó en las noticias mundiales el caso de un nuevo orthopoxvirus que ha infectado a dos ganaderos en la República de Georgia. Los señores están totalmente recuperados, según el comunicado del CDC, y no ha pasado absolutamente nada. 

¿Y porqué, queridos lectores, tiene importancia que dos señores georgianos, cuya definición de tecnología punta sea ponerle asa al cubo de recoger la leche de las vacas, hayan tenido una infección leve de un virus?

Es una respuesta fácil: Es un orthopoxvirus, cuyo miembro más conocido es... (redoble de tambores, los focos apuntan al centro del telón) ... la Viruela

Nuestra amiga del alma, la Viruela
Es curioso que después de todo este tiempo no se le haya perdido el miedo a esta enfermedad. Estando erradicada como está, y habiendo tenido grandes epidemias como la del HIV, enfermedades crónicas como las hepatitis, enfermedades víricas emergentes como el MERS-CoV o puntuales como el Ébola, después de todo esto, alguien diga "viruela" y corra todo el mundo como pollos sin cabeza

Pero hoy no voy a hablar de las razones por las que tenemos que tener miedo a la Viruela, que más o menos las mencioné en otra entrada. Hoy os deleitaré con la estructura y características básicas de los orthopoxvirus. 
Como he mencionado antes, me parece extremadamente curioso que hayamos hablado de Ectromelia (El Mal que Hacen los Hombres) de la erradicación de la Viruela (Niños, No Intentéis Esto en Casa) y en ninguna de las dos hayamos comentado la estructura de los Poxvirus. 

Así que vamos a poner remedio a este despiste. 

Los Orthopoxvirus pertenecen a la familia Poxviridae, y tiene como miembro famoso a la Viruela, pero también otros como cowpox, vaccinia, ectromelia o monkeypox. No es precisamente la Tribu de los Brady, si no que más bien sería una macabra versión de la Casa Lannister

Estos virus presentan varias partículas definidas, entre las cuales destacamos el virión maduro intracelular (IMV), que se cree que es responsable de la infección entre huéspedes, y el virión envuelto extracelular (EEV) que según su tipo se encargará de la infección célula a célula dentro del cuerpo en cortas o largas distancias. 

Los viriones, comparados
En cuanto a su estructura, tanto el IMV como el EEV están formados por una membrana que envuelve los dos cuerpos laterales y la pared del núcleo, que a su vez protegerá la nucleocápside y el material genético, que en este caso será DNA de doble cadena. Lo que diferencia a ambos viriones es la presencia de una capa más exterior que otorga protección contra el sistema inmune al EEV.
Este virus tiene un genoma tan grande y complejo que le permitirá replicarse fuera del núcleo celular, siendo de los poco virus conocidos que puede hacerlo. 

El siguiente paso en esta entrada sería empezar a hablar de como el virus interacciona con la célula y entra en ella, infectándola. Pero eso es harina de otro costal, y daría para una entrada verdaderamente larga y compleja. Quizás para otro día. 

Así que por hoy cerramos, queridos lectores, y espero que nos veamos el viernes por aquí. Sin más dilación, hasta la próxima.


lunes, 28 de abril de 2014

¡De Aquí no Sale Foie!

Queridos lectores,

Cómo bien sabéis, todos los grandes grupos de música pop tienen en común el estar compuestos por cinco componentes. Parece ser que cinco es el número que da grandeza a un grupo, pero también puede aplicarse a otros ámbitos. Hoy, con permiso del Dr. Antonio Mas (y de su blog hermano), hablaremos de las cinco hepatitis virales. 

La hepatitis es una inflamación del hígado, cuyas causas pueden ser bastante diversas, desde  tener su origen en células inmunitarias (hepatitis autoinmune), a ser causada por alcohol y otros tóxicos (hepatitis tóxica). Pero nos centraremos en las hepatitis causadas por virus (hepatitis virales):
La bonita estructura de la Hepatitis A
  • Virus de la hepatitis A: de la familia Picornaviridae y género Hepatovirus, es un virus RNA de cadena sencilla y polaridad positiva y de transmisión fecal-oral, y también transmitido frecuentemente por aguas contaminadas y alimentos como moluscos. Se clasifica dentro de los llamados virus entéricos por su forma de transmisión, aunque su célula diana son los hepatocitos. Cuenta con vacuna inactivada (Havrix, Vaqta), aunque lo mejor es prevenir, lavando bien los alimentos frescos y las manos antes de comer.
La cautivante hermosura
que nos ofrece la Hepatitis B
  • Virus de la hepatitis B: de la familia Hepadnaviridae, es un virus DNA de doble cadena con un ciclo de vida complejo, pues está compuesto por tres partículas (partícula Dane, partícula esférica y partícula de filamentos), siendo la primera la infectiva y la que contiene una DNA polimerasa con actividad de transcriptasa inversa. Esto es porque el DNA del virus se circulariza una vez entra en el núcleo celular (formando el DNA circular covalentemente cerrado, o cccDNA), pudiendo luego dar lugar a RNA mensajeros, alguno de los cuales se retrotranscribirá, formando nuevos genomas virales. Es un virus de transmisión sexual y sanguínea, siendo causante de ictericia y cirrosis, y puede derivar en hepatocarcinoma. Actualmente existe vacuna segura y eficaz para prevenir su infección.
La asombrosa belleza que posee la Hepatits C
  • Virus de la hepatitis C: de la familia Flaviviridae, es un Hepacivirus, el único género de los flavivirus que no se transmite por artrópodos, sino que su principal vía de transmisión es la parenteral, por el uso de drogas inyectables, piercings o acupuntura, siendo bajo el riesgo de transmisión sexual. Es un virus RNA de cadena sencilla y polaridad positiva que suele causar una enfermedad hepática crónica, pudiendo ésta derivar en un hepatocarcinoma. Aunque no hay vacuna, se suele aplicar terapia con interferón y Ribavirina.
Sin palabras ante la perfección
de la Hepatitis D
  • “Virus” de la hepatitis D (delta): el entrecomillado es simple llamada de atención, pues es un virus, pero no como los demás, sino que se trata de un virus defectivo, del género deltavirus, esto significa que requiere la infección de otro virus en la célula diana para poder realizar su ciclo vital, en este caso el virus de la hepatitis B, del cual aprovecha proteínas de su envoltura.
  • Virus de la hepatitis E: de la familia Hepeviridae, los hepevirus son virus RNA de cadena sencilla y polaridad positiva. Al igual que el virus de la hepatitis A, éste también es un virus entérico, de transmisión fecal-oral, aunque también transmitido por zoonosis (contacto con animales infectados: aves, jabalíes y roedores). Actualmente no hay vacuna para el VHE.

Última, pero no menos importante
es la belleza de la Hepatitis E
Para daros una idea clara y directa de la diferencia entre los cinco virus causantes de hepatitis en humanos, os dejamos aquí a continuación un cuadro del CDC (Centrefor Disease Control) sobre las hepatitis virales. He podido encontrar por varias páginas indicios de Hepatitis F y G, pero ni en Viralzone ni en PubMed he encontrado nada al respecto.

¿Cómo podemos reconocer una hepatitis? Primero de todo tenemos que saber que una hepatitis puede ser aguda (y que te dure unos días), pero también puede prolongarse hasta volverse crónica e incluso derivar en cáncer de hígado o hepatocarcinoma. Para reconocer una hepatitis, podemos observar los síntomas siguientes:

- Dolor abdominal.
- Orina turbia y deposiciones color arcilla.
- Fatiga, inapetencia y pérdida de peso
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre e ictericia (coloración amarillenta de piel y ojos).

Cuadro resumen de las Hepatitis virales
También es importante saber si uno mismo se encuentra en situación de riesgo de contagio, esto suele darse en pacientes seropositivos, neonatos de madres portadoras de VHB y VHC, parejas sexuales de personas infectadas, hemofílicos, consumidores de drogas inyectables, etc.

Como en todo, más vale prevenir que curar, y siempre tener cuidado evitando situaciones de riesgo, vigilar con viajar a zonas endémicas y optimizando la higiene alimentaria y personal para evitar cualquier tipo de hepatitis de origen vírica.